domingo, 21 de octubre de 2018

Echenique dice que es más español que Franco

Hay que ser idiota para decir algo así, se puede ser más alto o más bajo, mejor o peor ciudadano, más buena persona o más ruin -y ese es exactamente su caso-, pero no más español, más francés o más argentino.
Por otro lado, quienes se abrazan con Otegui no tienen derecho a criticar a nadie. A Franco lo podría criticar el Conde Aresti, por poner un ejemplo, pero no unos individuos que no dan prueba de ser mejores que él.
La propuesta de Santiago Abascal de expulsar a Echenique de España tampoco me parece correcta. Es cierto que este individuo, que vino del extranjero, no muestra ningún agradecimiento a esta nación que lo ha acogido tan bien que le permite vivir como un potentado, como un señorito de la casta, sino que encima trata de perjudicar a los españoles y hundirlos en la miseria. Sobre este punto cabe hacer dos consideraciones, la primera es que el agradecimiento es propio de los espíritus elevados y evidentemente no es el caso, sino que el de Echenique va por los suelos. Digamos que es un caso perdido, moralmente irrecuperable, quizá. Un tipo que se pasa la vida acusando a otros de corruptos y sinvergüenzas y contrata gente en negro y hace obras ilegales en su casa con tal desfachatez que Carmena no ha tenido más remedio que abrirle expediente no resulta muy recomendable. Menudo trago le ha hecho pasar a la alcaldesa de Madrid. A saber qué improperio se le habrá escapado.
Más grave que Echenique esté intentando perjudicar a los españoles es que también sea el propósito de Iglesias y Sánchez, nacidos en España, o sea, tan españoles como cualquiera, Otegui mismo. Si se pudiera echar a alguien de España yo preferiría echar a esos dos antes que a Echenique.
En esta vida, desde siempre, unos hacen el bien y otros el mal.


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