jueves, 18 de octubre de 2018

Dicen que sin muertos el proceso será más largo

Pero no es necesario que lo digan ahora, ya se les notaba en los días previos al golpe del uno de octubre cuando intentaban excitar al personal para que hiciera alguna locura. Sabían que si hubiera habido una gota de sangre las masas habrían sido más difíciles de controlar. Como todo es falso en ellos, hubo una que afirmó que le habían roto los dedos uno a uno y más mentiras. Hubo medios que las difundieron todas como si fueran ciertas. Nada de esto ha avergonzado a los catalanistas, lo cual es un dato más.
A ninguna persona cuerda se le ocurría considerar que Puigdemont es un héroe, pero no sería raro que entre los catalanistas los hubiese que piensen eso de él. Y de quienes le acompañaron en la bochornosa fuga. Ahora son prófugos, pero ellos cambian el nombre por el de exiliados. Qué no serán capaces de hacer estos tunantes…
Quieren muertos, pero ninguno de esos ‘héroes’, nótese el entrecomillado, se ofrece. Su ilusión sería que algún bobo se hiciese matar, y si fuera más de uno mejor. La consideración de bobo no la hago yo, sino ellos, los políticos presos y los prófugos, con su conducta, al incitar a otros a que arriesguen sus vidas mientras ellos confían en la impunidad o planifican su fuga los más despabilados.
Afortunadamente, no se dio el caso, pero los catalanistas están aprovechando la nueva coyuntura política para volver a las andadas y vuelven a acariciar el sueño de la impunidad, de modo que ese Torrent que antes siempre frenaba al llegar al borde del abismo ahora ya va dando motivos para que lo encierren. Puede darse el caso y debería darse, sencillamente para evitar males mayores. Torrent y Torra deberían estar haciendo compañía desde hace tiempo a los botarates irresponsables que esperan juicio.

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