Ramón
Ferrer Navarro es un señor que está simultáneamente en la Real
Academia de Cultura Valenciana y en la Academia Valenciana de la
Lengua, a la que se suele denominar ente normativo.
Ignoro
si es el único caso en el que concurre dicha circunstancia, pero no
me extrañaría que hubiera más académicos de una u otra
institución dispuestos compartir ambas dignidades.
Conviene
recordar que en el suelo español nació un gran patriota llamado
José María Aznar, que en cierto momento necesitó los votos de otro
gran patriota conocido como Jordi Pujol, que impuso unas cuantas
condiciones para dárselos. La cabeza de Vidal-Quadras en Cataluña,
la formación de la Academia Valenciana de la Lengua en la Comunidad
Valenciana, etc. Y Aznar cedió. Ya se sabe que los patriotas se
envuelven en la bandera cuando les conviene. En mi opinión, y
hablando en términos generales, Aznar y Pujol han hecho mucho mal a
la humanidad.
Desaparecidos
de la política ambos patriotas, los valencianos seguimos pagando de
nuestro bolsillo a la Academia Valenciana de la Lengua, a la que
además Francisco Camps, que sigue disfrutando de secretaria y coche
oficial con conductor, incluyó en el nuevo Estatuto que nadie pedía.
La
creación de la Academia Valenciana de la Lengua fue una ofensa para
la Real Academia de Cultura Valenciana, que está a punto de cumplir
cien años. Pero ya se ve que algunos académicos no se dan por
ofendidos.
La
función de la Academia Valenciana de la Lengua consiste en disolver
el valenciano dentro del catalán, sin contrapartidas, como una
rendición incondicional. Se obliga a los escolares a aprender una
lengua que en la mayoría de los casos olvidarán en cuanto abandonen
los estudios. El respeto que tienen los políticos a los
contribuyentes es nulo.
Proteger
una lengua no es inyectarla en vena para que luego acabe siendo
expulsada por el órgano excretor.
Ramón
Ferrer dice que hay que defender el valenciano a muerte. Para
defender al valenciano, y sobre todo a los valencianos, habría que
suprimir a la inútil Academia Valenciana de la Lengua.
No hay comentarios:
Publicar un comentario