domingo, 7 de enero de 2024

Margarita Robles, al desnudo

 

Durante la Pascua Militar Margarita Robles ha dicho algo que ni ella misma se cree, puesto que es una tomadura de pelo más. Ha dicho: No cabe silencio ante las violaciones del derecho internacional humanitario.

Ha tenido que introducir el término ‘humanitario’ para que pase la mentira. No existe el derecho internacional humanitario. Ni puede existir. El adjetivo, cuando no da vida, mata.

Lo que ocurre es que Sánchez, ese muñeco diabólico, maleducado como él solo y en cuya risa asoma de forma patente la perversidad, es prisionero de sus socios, por cuyo motivo siempre está de parte de los terroristas de cualquier lugar del mundo, que le agradecen públicamente sus esfuerzos por quedar bien con ellos.

Margarita Robles, en su condición de jueza, condenó a 24 años de cárcel a dos inocentes, sin que el conocimiento del caso le haya supuesto ningún quebradero de cabeza, ni asomo de pesar. Le da lo mismo. Si las víctimas de los errores judiciales se pudieran querellar con los jueces que los cometieron, sin duda que ella habría tenido más cuidado y presumiblemente esos señores se habrían librado de ir a la cárcel. Supongo que eso es así por su actitud ante la equivocación.

Con la misma desfachatez le hace la pelota a su jefe, sin que le importe tampoco quedar moralmente desnuda ante el mundo, que ya tiene motivos para saber qué clase de pieza es.

Si engaña a alguien es a sus votantes más honrados, en el caso de que quede alguno, porque a los aviesos les habrá resultado gracioso. De hecho, están todos tocando el tambor de forma violenta, con el fin de que el ruido que hacen magnificando chorradas y tonterías aparte la atención pública de lo fundamental, que es la barbaridad tras barbaridad que viene cometiendo este gobierno y que indudablemente causa graves perjuicios a los españoles. También a los tamborileros.

Esos libros míos

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