Se conoce que Arcadi Espada anda por Suecia y que pasó, sin pretenderlo, por el lugar en que mataron a Olof Palme. Termina así su artículo:
“Se convirtió en un hombre muy odiado para las dictaduras, primero la de Franco y luego la de Pinochet, que también combatió activamente. Alguna de las teorías sobre el crimen implican a los dictadores y su venganza. Pero no creo. Creo más bien que a Palme solo lo mató la utopía. Un cine. Un invierno. Un primer ministro. Un paseo en la noche. Sin escolta. Sin mirar atrás. Lo mató esa utopía, que es la única por la que aún cabe luchar. “
En la wikipedia pone esto de Olof Palme:
“Sus viajes por el Tercer Mundo, así como por los Estados Unidos (donde fue testigo de una profunda desigualdad económica y la segregación racial) contribuyeron a definir sus puntos de vista. “
Creo que eso está mal escrito. No fue testigo, sino que se fijó particularmente en esta profunda desigualdad social que aquel sistema no sabe corregir, porque teme perder sus esencias si se empeña en ello.
Tampoco se puede comparar Suecia con Estados Unidos. Las circunstancias de esos dos países son totalmente diferentes.
Lo cierto es que Olof Palme fue tocado por la idea socialdemócrata como forma de salvar al mundo de la hecatombe hacia la que se dirige. La suerte para el mundo fue que se trataba de un salvador de la humanidad pacifista, de modo que todas sus iniciativas eran llevadas a cabo de este modo. Porque era radical y los radicales ya se sabe que son muy peligrosos. Olof Palme no era peligroso, dado que era pacifista, sino que era él quien se ponía en peligro. Y no ver este peligro fue su mayor error. Las personas radicales suelen tener opositores igual de radicales y a menudo no tan pacifistas.
'El olvido de sí'
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