Eso de la extrema derecha

La extrema derecha existe, y da miedo, claro. Conviene vigilar con atención sus movimientos y las perspectivas electorales que pueda tener.

También existe la extrema izquierda, de la cual se habla menos, aunque no por ello es menos peligrosa. Y es muy molesta, porque los de extrema izquierda se presentan como izquierdistas a secas, con lo que obtienen la complicidad de casi toda la izquierda.

Conviene distinguir a la derecha de la extrema derecha y a la izquierda de la extrema izquierda. Contrariamente a eso, en España se llama de extrema de derecha a cualquiera que no sea claramente de izquierdas y la extrme izquierda es como si no existiera, aunque está bien presente.

Hay otra variante, todavía más insidiosa, que consiste en tildar como de extrema derecha a las víctimas del terrorismo. Éstas pueden ser mejores o peores personas, más o menos inteligentes, más enterizas o de moral más frágil, de derechas o de izquierdas, pero en tanto que víctimas del terrorismo merecen todo el respeto y toda la comprensión que uno les pueda dar.

Cuestión distinta es la de esos etarras que quieren salir de la cárcel. Quedan más de trescientos crímenes de Eta sin resolver. Si están tan arrepentidos, que colaboren con la policía en el esclarecimiento de esos hechos.

Hay personas que estudian a Eta, con el fin de derrotarla totalmente. Tratan de desentrañar la mentalidad de los etarras, individualmente y en manada, para encontrar la mejor estrategia que conduzca a su desaparición. Y hay tipos que estudian a Eta para ayudar la a conseguir sus fines. Su enemigo es el PP.

En lo que se refiere a la lucha antiterrorista hay un partido de referencia, que es UPyD, cuya líder, Rosa Díez, siempre ha estado en este asunto en el lado en el que debía estar. Algunos descerebrados hablan de oportunismo político-mediático. Rosa Díez molesta a quienes quieren la derrota de las víctimas del terrorismo.

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