Hay
que carecer por completo de sentido crítico para no darse cuenta de
las burradas que dice y hace Oriol Junqueras. Sólo si se está
cegado por la pasión se puede no ver que ERC, de la mano de
Junqueras, va de disparate en disparate, del mismo modo que los monos
van de rama en rama.
Pero
es que antes de Junqueras han dirigido ese partido otros personajes
con similar catadura moral. ¿Qué clase de fábrica -por emplear una
expresión suya- es ERC?
Calificar
como amenazas las declaraciones de Rajoy en las que se remite a la
legislación vigente es propio de quien no discurre bien o tiene la
cara forrada de piel de vaqueta. Se entendería que se lo dijera un
delincuente a un policía. Que lo diga alguien que pertenece a un
partido que existe porque lo permite la Constitución español es de
una absoluta falta de seriedad. Un votante digno nunca le daría su
voto, por más independentista que fuera, a un partido dirigido por
una persona de semejante catadura.
Sin
seriedad no vamos a ninguna parte. Sin un punto de partida decente,
que no puede ser otro que la legalidad, no hay caminos válidos.
Si
además este Oriol afirma que la voluntad de hacer cumplir la ley es una
'fábrica' de independentistas, es que no está bien de la cabeza.
Necesita un repaso. Yo sabía que se fabrican, entre otras cosas,
butifarras o morcillas, pero pensaba que a independentista se llega a
través de un proceso, mejor o peor, razonado. Yo nunca puedo ser
independentista de ningún sitio, pero entiendo que otros lo sean.
Ahora bien, si resulta que los 'fabrican' dándole vueltas a una
manivela el asunto me da risa.
Hay
bobos que dicen que Rajoy es una 'fábrica' de independentistas, pero
también hay malintencionados que caen en la misma tontería. Habrá
que llevar cuidado con los bobos, porque quizá la cosa contagie
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