miércoles, 29 de agosto de 2018

Bélgica, a la altura de Puigdemont

Bélgica es el país que eligió Puigdemont para vivir desde el momento en que supo que su consideración iba a ser de presunto delincuente. Su condición actual es de prófugo, aunque algunos ignorantes y otros malintencionados insistan en llamarle exiliado.
Como una de las características más notables de Puigdemont es la cara dura no sorprende en absoluto que se presente como tal, sin embargo, el episodio de su fuga, ridículo incluido, es de sobra conocido por todos.
La huida de Puigdemont, y demás impresentables, ha tenido la virtud, además, de abrirnos los ojos a los españoles, aumentando nuestra autoestima, pues ha servido para que podamos comprobar que los jueces españoles son los mejores de Europa. Y que el nivel de los jueces belgas es de los más bajos. Y ahí se encuentra la explicación de por qué el sinvergüenza Puigdemont eligió este país. Por allí pululan además abogados sin escrúpulos. Los belgas se conoce que están contentos y satisfechos con las presencias de semejantes individuos en su país, seguramente estaban aburridos y esos les dan motivos de entretenimiento.
Últimamente, el prófugo y sus mariachis, también prófugos, han puesto una querella fraudulenta contra un juez español al que seguramente ninguno belga le llega a la suela de los zapatos. El nivel de los jueces belgas es tal que han admitido a trámite la querella, por lo que es posible que a su vez, el tribunal que ha cometido el desafuero reciba otra y se las tenga que ver con un tribunal español, que, sin duda, es mucho más serio.
Los jueces belgas merecen recibir esa lección, que dudosamente serán capaces de aprovechar, pero no sólo los belgas, también los alemanes y los de otras latitudes europeas que ya han demostrado que no dan para mucho. Dan para muy poco.

No hay comentarios: