sábado, 11 de agosto de 2018

Ese máster de Casado

No parece que fuera un gran estudiante Pablo Casado, y a lo mejor ni siquiera mediano, quizá por eso haya querido presumir con un máster en cuya consecución no era imprescindible esforzarse demasiado.
El problema es que Pablo Casado es del PP, a lo cual hay que añadir que no se puede esperar que el actual presidente del gobierno, Pedro Sánchez, haga ninguna maravilla, sino más bien todo lo contrario; es decir, está al caer una catástrofe de considerables proporciones, de índole económica principalmente, pero también política, de orden público y no me extrañaría que incluso de justicia.
Si Pedro Sánchez fuera un gobernante en el que se puede confiar, nadie se acordaría del máster de Casado, puesto que según dicen en el caso de que el juez viera algún delito en él estaría prescrito. Pero hay que entretener al personal hablando de cosas banales, para que no se fije en lo que se nos viene encima. ¿Cómo iban a hablar del máster de Pablo Casado si hay doctorados, que es más grave, como los de Pedro Sánchez o Pablo Iglesias que dan risa? Los doctores en Economía que tuvieron que trabajar de lo lindo durante mucho tiempo para lograr ese grado no están muy conformes. Lo que ocurre es que estos dos son de izquierda o de extrema izquierda, con lo cual todo lo que hagan está bien hecho. Las barrabasadas que hace y que siga haciendo Pedro Sánchez no molestan a Sol Gallego-Díaz y quizá tampoco las de Pablo Iglesias.
El principal problema de Pablo Casado es que es del PP. Si hubiera sido un estudiante modélico lo habrían sacado en las portadas de El País como a un niño repipí. Se resaltaría que el hecho de que hubiera sido muy bueno en los estudios no garantiza que sirva para la política. O sea, que por un motivo o por otro hay que atacar al PP. Y mientras tanto, Franco, para que no decaiga la fiesta. Y en la presidencia del gobierno un cenutrio.

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