Los etarras no cometían sus atentados
contra personas concretas, sino contra España. Pretendían
aterrorizar a la población para que el Estado les concediera sus
demandas. Tras cada atentado, España se desentendía de las
víctimas, abandonándolas a su suerte. Eso era exactamente lo que
ETA quería, porque acrecentaba el temor que podía sentir de los
españoles.
A la vista del desinterés del Estado,
las víctimas se constituyeron en asociación, lo cual debió de
constituir una vergüenza para los partidos políticos, por no
haberlas sabido atender hasta el momento. Lejos de eso, se
apresuraron a manipularlas y utilizarlas en su beneficio, o a
desprestigiarlas ante la opinión pública, para que no pudieran
impedir sus trapicheos y nauseabundas negociaciones con la banda
terrorista.
Como consecuencia de esa actitud tan
lamentable e indigna de los partidos políticos surgieron otras
asociaciones, como Covite, por ejemplo, presidida por Consuelo
Ordóñez.
Covite jamás se ha dejado manipular por
ningún partido, ni ha entrado en política. Por eso mismo, se le
intentó reventar desde dentro, pero Ordóñez y su equipo
resistieron bien el envite y la asociación sigue viva, gracias sobre
todo a las donaciones de los particulares que la importancia que
tiene, fundamentalmente, para preservar la dignidad del país entero,
pisoteada sin cesar, ante la inoperancia de las autoridades, que
permiten que un número ingente de sinvergüenzas muestren su
condición, con chulería y desplantes, además. Pero ahí está
Covite, señalando los hechos y sonrojando a quienes con su dejadez
los permiten.
Y ahora aparece Casado presumiendo de
algo que no ha hecho, y si ha hecho algo ha sido exactamente lo
contrario de lo que debería y pensaba que Ordóñez se iba a callar.
Naturalmente que no se ha callado, sino que se lo ha dicho bien
claro. Si Casado fuera un señor, se suscribiría a Covite y con ello
contribuiría a defender la dignidad de España.
'2016.Año bisiesto'
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Tránsito en la mirada'
'Te doy mi palabra'
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