En este gobierno que tantos disgustos nos está
dando y tanta zozobra nos genera, y esto no ha hecho más que empezar, hay
una persona que, como otras del mismo gabinete, centra sus esfuerzos
en hacer el mal. Quiere llenar su guardarropa con abrigos hechos con
las pieles de nuestras ilusiones, nuestro trabajo, nuestros logros
sociales conseguidos tras muchos años de esfuerzo y sacrificio.
Pretende arramblar con todo eso para instaurar una dictadura como la
cubana, o la venezolana.
El acoso moral no se puede justificar de
ninguno de los modos, puede tener consecuencias fatales y siempre
deja secuelas en las víctimas, pero nada de esto importa a esta
Cruella de Vil, ni a nadie de su partido, porque lo usan como arma
para conseguir sus siempre indeseables fines.
Ella y las gentes de su partido,
asqueroso por cierto, inventan y usan conceptos pérfidos, como
‘heteropatriarcado’, con el fin de socavar instituciones que
funcionan y que sustentan la democracia. Les gusta confundir a las
gentes con discursos pseudointelectuales, mediante los que prometen
mejorar sus vidas, cuando en realidad es lo contrario, se las quieren
arruinar para siempre.
La democracia es un sistema que requiere
de personas adultas y formadas, capaces de comprender la
responsabilidad que adquieren al depositar el voto y, en cambio,
estos pájaros de vuelo bajo, con su Cruella de Vil al frente,
pretenden que se pueda votar a partir de los años. Es evidente que
quieren que haya una masa de votantes sin terminar de hacer y, por
tanto, fácil de manipular. También queda otra evidencia y es que en
cuanto con sus artimañas viles consigan el poder absoluto el votar
se va a acabar.
Y sobre todo tienen un interés
indisimulado en acabar con la mejor garantía que tenemos ahora mismo
los españoles para conservar lo que nos ha costado tanto esfuerzo
conseguir, que es la Monarquía. ¡Viva Felipe VI!
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