Hasta Rufián le toma el pelo al Felón

Qué par, el Rufián y el Felón. Y cobrando de los contribuyentes. El diagnóstico de la España actual, a la que algunos venenosos llaman malpaís, se resume en esa pareja, en esos dos que con tal de no trabajar hacen lo que sea. Si hubieran trabajado alguna vez, sabrían lo que cuesta ganar el dinero que se llevan por hacer el mal.

Que cómo va a parar el fascismo, le pregunta uno al otro, pero lo que en realidad quiere saber el petimetre preguntador es que cuando va a implantar la dictadura para poder repartirse el botín. Iluso. Son unos monigotes los dos que forman parte de una siniestra partida de ajedrez y si todo se desarrolla como quieren quienes mueven los hilos puede convertirse en sangrienta. Las guillotinas y todo eso. Si fueran tan listos como se creen, ya estarían practicando el ¡sálvese quien pueda!, porque cobardes también son, pero cuando vayan a darse cuenta ya puede ser tarde.

De momento, ha pasado por España, no Concha Piquer con su arte y su baúl, sino Delcy Rodríguez con su pasado sangriento (y su presente) y no un baúl, sino decenas de maletas que se han quedado aquí. ¿Qué hay en ellas, cadáveres, oro, droga? El episodio ha servido además para liquidar políticamente a Ábalos. Ya lo aceptan esto hasta los panfletos adictos del todo a la causa. Ábalos dijo: yo vine para quedarme y no echa nadie. Vislumbraba la encerrona, y si los panfletos se lo insinúan ‘sutilmente’, es que quieren que se vaya. Seguramente, no lo echa nadie, pero tendrá que darse cuenta de que ya no tiene ningún peso. Sueldo sí.

Carmen Calvo también tiene sueldo, y demuestra por qué: «Venezuela no le interesa a nadie». Y Arabia Saudita tampoco, ahora que manda el Felón no.

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