En algún lugar del planeta han cocinado
una paella horrible. Eso también pasa incluso en Valencia. Lo que
ocurre es que vivimos tiempos en que el personal busca, y encuentra,
motivos para ofenderse. Y dicen que los valencianos nos sentimos
ofendidos con esa paella. Pues que me borren, porque no lo estoy.
Como si quieren hacer una paella con suela de zapato. Me da igual. No
me apetece coartar la libertad de nadie en ningún aspecto, salvo que
infrinja la ley, y menos en lo que se ha de comer.
Pero ya que hablo de la paella, quisiera
recordar lo de Vicente Huidobro: «el adjetivo, cuando no da vida,
mata». Veo por doquier que ponen: Paella valenciana. Con decir
paella, basta. Luego, cada cual puede guisarla del modo que le
plazca.
Quizá, por si queda algún despistado,
pueda añadir paella es el nombre del recipiente en que se guisa, y
el plato toma su nombre, como también ocurre con el puchero,
seguramente el mejor cocido de toda España. La paellera sería la
señora que la guisa, si fuera el caso, porque puede que la haga un
paellero. Y que es un plato tan humilde que en la primera mitad del
siglo XX los restaurantes valencianos no la querían servir, pero
ante la insistencia de sus clientes idearon la paella marisco para
poder presentar una cuenta digna de tal nombre.
Lo que sigue es pura lógica. Desde que,
de forma casual, seguramente, se guisó la primera paella, luego se
han cocinado millones, lo cual ha servido de experiencia para
determinar con qué ingredientes queda mejor el arroz. Y ese es el
meollo de la cuestión. Sin olvidar que el ritual tiene una
importancia suma. O sea, el orden en que se echan los ingredientes en
la sartén (la paella, repito, es una sartén con asas en lugar de
mango), y la intensidad del fuego en cada momento de la cocción.
Quien quiera aprovechar esa experiencia
lo puede hacer y quien no, pues allá él. O ella.
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Tránsito en la mirada'
'Te doy mi palabra'
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'Yo estoy loco'
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'1978.El año en que España cambió de piel'
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