miércoles, 26 de febrero de 2020

El coronavirus y el sentido del humor

Con la referencia al sentido del humor quiero referirme al modo en que podemos tomarnos la enfermedad, toda vez que ya está aquí, y no a los chistes que se hacen aprovechando que la palabra corona da mucho juego. Tampoco critico estos chistes, sino que aviso que mi intención es otra.
Me refiero al sentido del humor que hay en el deseo expresado por alguien de que quiere ser el primero en adquirir la enfermedad en España, por aquello de que va a ser el mejor atendido de todos.
Parece claro que los chinos nos han engañado. No los chinos, claro, sino su gobierno. Nos dijeron que habían cerrado las fronteras para que el virus no pudiera salir de China. Supongo que el problema consiste en que cuando fueron a reconocer la existencia del virus ya era tarde. En asuntos como este se ve claramente la diferencia existente entre una dictadura y una democracia. Conviene tenerlo en cuenta ahora que el gobierno que tenemos en España es claramente dictatorial. Es un gobierno con muchas cabezas, ninguna de ellas democráticas, esperemos que no sea como la Hidra de Lerna.
Los pobres chinos bastante tienen con obedecer y pueden darse con un canto en los dientes si no los encarcelan para hacerlos trabajar gratis. Los españoles estamos a un paso del sistema venezolano.
Puesto que el virus ya está fuera de China y su diferencia con otros virus consiste en que se propaga con mayor facilidad, hay que hacerse a la idea de que no nos vamos a escapar, porque no hay más remedio que salir a comprar víveres. Habría que dejar las mascarillas para quienes tienen la salud delicada. En estos tiempos en que se observa más egoísmo que nunca, pero todo el mundo presume de solidario, es el momento de ser consecuente, que es el modo de reducir al mínimo el número de muertes.

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