La ideología nacionalista es tan nociva
como la que más. Quizá no se le puedan reprochar tantos asesinatos
masivos como al comunismo, al nazismo o al fascismo, pero muchas
guerras se desencadenan por su causa. Además de impedir el normal
desarrollo de los pueblos y llevar a la ruina a otros.
El nacionalismo es la causa de que no se
consolide algo tan necesario y perentorio como la Unión Europea, y
además ha hecho que uno de los países que la componían se salga de
ella.
Ahora, el responsable, con la
colaboración de sus votantes, de este último acto ha ofrecido una
nueva muestra de mentecatez: va a exigir a los inmigrantes que hablen
inglés y un contrato de trabajo de al menos 30 000 euros.
La exigencia de que hablen inglés es
idiota porque las lenguas son instrumentos de comunicación y para
trabajar es necesario poderse comunicar con el entorno. De modo que
los inmigrantes no tienen más remedio que hablar inglés. Ahora
bien, una de las malvadas características de cualquier nacionalismo
es la utilización espuria de las lenguas.
Los nacionalistas quisieran poder imponer
la lengua que han elegido a personas que no la necesitan como fue el
caso de unos catalanistas con una colonia de jubilados alemanes.
Lo de aceptar solo inmigrantes con alta
cualificación laboral es propio de los nacionalistas, porque no
tienen ningún respeto por el ser humano, al estar la nación por
encima de él en su pensamiento. No valoran a la persona, sino sus
habilidades. Eso se da en todos los países en que el nacionalismo
impera, o sea, que está implícito en todos los partidos políticos,
de derechas o de izquierdas.
Boris Johnson cree que está trabajando
por el bien del Reino Unido y en realidad lo está hundiendo. Eso no
es bueno para nadie, aunque los nacionalistas de otros países
piensen que sí.
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Tránsito en la mirada'
'Te doy mi palabra'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Tránsito en la mirada'
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