jueves, 26 de mayo de 2016

La cara de Guardiola

Quiero decir que la cara de Guardiola, y todo lo que tenga que ver con Guardiola, me importa un bledo. Imbéciles siempre los ha habido y los habrá. Lo que ocurre es que en cuanto uno entra en Internet se encuentra por todas partes con la cara que puso Guardiola.
Es que es tonto ese chico. ¿Se cree que porque vaya diciendo a toda hora que no se siente español se lo van a tomar en serio? Es como si una castaña dijera que no se siente castaña. Como si el mismo dijera que no se siente gilipollas.
El hecho de que alguien entienda de alguna cosa no significa que entienda de todas. Y ni siquiera significa que tenga que acertar todas las veces en aquello que entiende. Es conveniente atender a lo que dice Stephen Hawking, porque tiene un gran talento, este sí, pero no por ello hay que aceptar, sin más, todo lo que diga. También tiene un gran talento Félix de Azúa, aunque no me extrañaría que hubiera quien se lo niegue, pero tampoco hay que dar por bueno, de antemano cualquier cosa que diga. Ahora bien, que se haya ido de Cataluña para evadirse de la presión nacionalista sí que es un dato que ninguna persona con dos dedos de frente debería obviar. No es la única persona a la que la presión nacionalista le resulta insoportable. Albert Boadella, que también se fue de Cataluña por ese motivo, mandó a la mierda a unos, concretamente a la mierda, escribió, y llamó cobardes a otros. Y bastantes más se quejan de la presión nacionalista. El hecho de que haya presión es una anomalía democrática. En Cataluña se dan muchas anomalías democráticas.
Entonces, llegamos a lo de los dos dedos de frente y es obvio que Guardiola no los tiene. Por mí, puede poner todas las caras que quiera.

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