domingo, 8 de mayo de 2016

La lengua propia de Cataluña

Decía Cela que el hecho de que alguien acierte en una cosa no significa que tenga que acertar en todas las demás. Lo que ocurre es que luego le preguntaban por cosas de las que no tenía, contestaba y su respuesta era admitida, con lo cual se fue creciendo y sentando cátedra en todo.
Francisco Rico, en una entrevista publicada en El Español, afirma que Cela tenía autoridad. Pues no. Cela tiene unos méritos literarios que no se le pueden negar, pero autoridad ninguna. Otra cosa es la atención que le podían prestar los papanatas.
En la entrevista citada, Francisco Rico dice muchas tonterías, como él mismo reconoce al final, medio en broma, pero en unas pocas cosas, precisamente en las que trata de las cuestiones que domina, acierta de lleno. Y es que es lógico lo que dice. La lengua propia de los catalanes es la española. Gracias a ella ha llegado todo el conocimiento a Cataluña.
La lengua catalana es reciente. Antes de Pompeyo Fabra estaba dispersa en varios dialectos y aparte de para ir a comprar lechugas al mercado servía para poco más.
La nacionalista es una ideología basada en quimeras, debajo de las cuales laten el odio y el resentimiento, por lo que al final acaba siendo autodestructiva. Al querer erradicar la lengua española de Cataluña se perjudica a los propios catalanes, sean nacionalistas o no. En el Reino de Valencia también tenemos gilipollas de esos, pero son peores todavía.
Cuando Francisco Rico habla de Cervantes también está bastante atinado, creo yo. Contrasta esta opinión con la que se le adjudicó a Rafael Chirbes en la presentación en Valencia, que tuvo lugar en Fnac, puesto que se puso en su boca la siguiente frase: «¿Te has fijado en que Cervantes despreciaba a sus personajes?».
Por cierto, hay quien ha aprendido español sólo por leer a Cervantes en su lengua. Y hay botarates que pretenden que la olvidemos.

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