lunes, 9 de septiembre de 2024

Edmundo González, en España

 

La candidata debería haber sido María Corina Machado, que es quien ha sabido motivar, ilusionar y aglutinar a todos los venezolanos amantes de la libertad, pero el taimado Maduro ya se había encargado de inhabilitarla, por lo que no tuvo más remedio que encontrar a alguien que se atreviera a ser el candidato.

Dada su condición de cobarde, Maduro olió el miedo de Edmundo González, puesto de manifiesto al decidir resguardarse en un embajada. El sátrapa explotó este miedo con sucesivas órdenes de detención. El Helicoide impone mucho, así que el presidente electo ha optado por irse y el usurpador lo ha dejado ir, puesto que considera que esto es una victoria suya.

Otro cobarde, además de embustero, Sánchez, ha dicho que Edmundo González es un héroe. Lo sería si se hubiera quedado en Venezuela. Pero lo de

Su Pedridad tiene truco: ha evitado decir que es el presidente electo. Siempre juega con las cartas marcadas.

El problema del conductor de autobús se llama María Corina Machado, que es quien lo va a poner en manos de la justicia. Será así porque si los heroicos venezolanos se dejan arrebatar la victoria no saldrán jamás de la miseria, y aparte de eso la venganza de los comunistas sería brutal. Deben de tener una larga lista de personas a las que torturar y ajusticiar.

Frente a ellos, se puede aventurar, porque las personas valientes son así, que María Corina Machado impondrá la justicia acompañada de la compasión. Siempre habrá clases.

En fin, que mientras los venezolanos luchan bravamente para derrotar a la dictadura y vivir en libertad, los españoles nos encaminamos con mansedumdre hacia lo que ellos dejan. Nos espera una dictadura insalubre, dirigida por incompetentes, cursis, maleducados y llenos de rencor.

Sobre cómo hemos llegado a esto es fácil a una conclusión plausible, pero lo que interesa ya es cómo salir, porque no se ve aquí tanta gente heroica como en Venezuela.

Esos libros míos

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