La
experiencia me demuestra que no todo el mundo se ha dado cuenta de
que Consuelo Ordóñez es una mujer valiente, tenaz, insobornable, no
manipulable, inasequible al desaliento, incansable trabajadora y
dotada de una bondad que parece natural, pero que es seguro que pone
mucho de su parte para tenerla.
Hay
gente que no se ha dado cuenta de que posee esas cualidades, pero
también hay personas que no las valoran y prefieren otro tipo de
'principios', por llamarlos así. En esta vida ha de haber de todo y
cada cual elige lo que cree más conveniente.
En
mi caso es obvio que profeso admiración por esta mujer y además le
agradezco el esfuerzo que está haciendo en beneficio de todos los
españoles a través de Covite.
Algunos, con muy poco sentido de la realidad, pensarán que Covite
trabaja exclusivamente en beneficio de un grupo concreto de víctimas
del terrorismo. Están muy equivocados. La lucha por la dignidad y
por la memoria de las víctimas beneficia a todos. Perjudica a ETA,
la banda terrorista enemiga del pueblo.
Covite
funciona gracias al esfuerzo desinteresado y agotador de sus
componentes y dada la naturaleza de su labor resulta muy conveniente
mostrar públicamente que se la respalda, para que los enemigos de la
paz y la democracia, que son los etarras y sus simpatizantes,
comprendan que no está tan sola como a ellos les gustaría. El modo
de colaborar con Covite está aquí.
La
veré esta tarde porque vendrá a la presentación del libro '1978.
El año en que España cambió de piel', que correrá a cargo del
insigne periodista Carlos Pajuelo de Arcos. Será a las 7 en Fnac
San Agustín, que está en la calle de Guillem de Castro, números 9
y 11.
También
ha de venir Guillermo Caballero Martínez, el hombre que años atrás
fue capaz de enfrentarse a un atracador que manejaba una navaja de
grandes dimensiones.
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