lunes, 24 de diciembre de 2018

Antes del discurso del Rey

Cuando los que odian a España y a los españoles -y que ingenuamente se les ha dado cabida en el sistema político español- están afilando las garras, o practicando con las pezuñas, para criticar el que, sin duda, será un magnífico discurso del Rey, hago las consideraciones que siguen:
Cada día subo a un sitio de Facebook que lleva ese nombre una carta de las del buzón de Joseba. Hoy le ha tocado el turno a una de la página seis, que reproduzco a continuación:
«Tuvimos que salir de Sestao, casi con lo puesto. Empezamos de cero en Burgos. Yo tenía seis años. Mi padre me recogía todos los días del cole. Vivíamos con miedo. Estábamos amenazados por ETA. Recuerdo, como niña, que perdí parte de mi felicidad. Familiares, amigos, casa…No quiero olvidar, ni perdonar. Mis abuelos fallecieron allí y yo me perdí tantas cosas….Los ignorantes, que ahora justifican ideas políticas, no tienen ni idea de lo que tuvimos que padecer. ».
No se puede olvidar el daño causado por ETA porque quienes lo hicieron no han repudiado sus actos, ni se han arrepentido. Y lo mismo se puede decir de quienes los apoyaron, puesto que los siguen apoyando y la salvajada de Alsasua es la prueba.
Los que van a criticar el discurso del Rey se abrazan a Otegui y se fotografían con él. Hombre de paz le llamó cierto sujeto desvergonzado. Y también otro con coletas.
Los españoles, incluso los que dicen que no quieren serlo, estamos en deuda con las víctimas del terrorismo, también con Madina y con Ortega Lara, aunque quizá no compartamos las ideas de uno u otro, o de ninguno. Pero los dos tienen derecho a participar en la política y a equivocarse, sin que ello merme en nada su condición de víctimas del terrorismo.
El partido de Otegui apoya al gobierno, y también lo hace el que puede considerarse como el partido de Terra Lliure. Eso es una afrenta a las víctimas del terrorismo, aunque algunas de ellas no lo quieran ver así.
El dramatismo de la carta que he reproducido debería motivar alguna reflexión. 

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