¿Por qué a la gente le ha dado por
derribar estatuas? Un día derribaron la de Lenin y se entendió que
quienes habían estado bajo la bota del comunismo dieran rienda
suelta a su malestar. La bota comunista no solo ha asesinado a
millones de personas, sino que además ha arruinado la vida a muchas
más. Ahora bien, en los países democráticos, ¿por qué?
Es curioso que sean los comunistas o los
filocomunistas quienes derriban estatuas. Pero es que además,
resulta sonrojante que alguien como Colau se crea con méritos
suficientes para juzgar los méritos de Colón. Y quien dice Colau,
dice Errejón o Monedero. Eso en lo que respecta a España, porque
que en los Estados Unidos se tilde a Colón de genocida es el colmo.
Se ha tratado de dilucidar, a lo largo de
la historia, si Colón fue buena o mala persona. Pero también hay
que considerar si quienes hacen el escrutinio son limpios y puros de
corazón, o si son peores que aquel a quien intentan juzgar.
Lo que está fuera de duda es el tamaño
de su hazaña. ¿Qué habrían hecho en su caso Colau, Monedero u
Errejón de haberse sentido capaces de hacer lo mismo? Pero hay que
poner mucha imaginación para esto.
Hay gente que habla de los nazis como si
lo que hicieron no les atañese. Sí que atañe a todos, puesto que
es la prueba de lo que es capaz de hacer el ser humano en
determinadas circunstancias.
No solo es la estatua de Colón la que
está en peligro. Son otras muchas, erigidas en tiempos de libertad
las que sufren o pueden sufrir las iras de los vengadores.
Y es que hay personas que no se sienten
limpias en su fuero interno y necesitan ahogar el malestar interno
trasladando sus culpas a otros. Atacando estatuas se creen limpios.
Pero si fuera verdad que lo están, dejarían en paz a las estatuas.
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