A Chantal Maillard no se le puede negar
el talento, ni tampoco sus conocimientos, pero si escribe un artículo
que podría haber sido obra de un podemita es obvio que le falta la
cordura, o la sensatez, o las dos cosas.
No se puede hablar de economía con la
frivolidad con que lo hace ella y sin tener en cuenta que de poner en
práctica lo que propone sobrevendría la ruina a millones de
españoles. Por otro lado, su opinión sobre el uso de las banderas
es propio de una persona desquiciada. El hecho de llevar la española
no supone un ataque para nadie, lo que sí pone de manifiesto es que
a otros les repugna hacerlo, porque nada ni nadie les impide hacer lo
mismo.
Savater dice que el PP no lo hubiera
hecho mejor que el PSOE en el caso de la pandemia. Olvida dos cosas
para empezar: que al primer perro que hubiera muerto las hordas
habrían salido a la calle y que las manifestaciones del 8-M no
habrían sido prioritarias.
Dicho esto, quiero señalar que ni Aznar
ni Rajoy son santos de mi devoción y que tengo una larga lista de
reproches que hacerles, como las de no haber devuelto la
independencia a los jueces y haber hecho recortes salariales, en
lugar de cerrar chiringuitos, entre otras muchas, pero hay que
reconocer que los dos redujeron considerablemente el porcentaje de
parados que les legaron sus antecesores.
Se
le escapa a Savater el
carácter totalitario del PSOE. Esa
índole dictatorial
se sustancia en
su negativa a reconocer al PP como interlocutor y anteriormente a la
UCD, y
ese es el origen de los defectos de la Constitución.
No
ha tenido reparos, en cambio, el PSOE, en formalizar
pactos con partidos tan claramente antidemocráticos como CiU, PNV,
ERC o Podemos. Sin
olvidar que el
PSOE siempre ha tenido tendencia a tener bajo control todos los
poderes del Estado.
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