jueves, 14 de marzo de 2024

La diferencia con Portugal

 

Es motivo de admiración el modo limpio y democrático con que los portugueses resuelven sus problemas, sin consentir que lleguen a ser de extrema gravedad, como está ocurriendo en España. Claro que también Rajoy tuvo que dejar el cargo por muchísimo menos y además a causa de dos renglones fraudulentos en una sentencia.

El caso de España es que la izquierda provocó una guerra pensando que la iba a ganar fácilmente y no ocurrió así, sino lo contrario. Por ese motivo tuvimos que sufrir una larga dictadura. La izquierda no digirió la derrota, como lo prueba el hecho de que intente reescribir la historia. Si pensara que tiene razón dejaría confiadamente que los historiadores hagan su trabajo sin intentar influir en ellos.

Lo que ha conseguido la izquierda es insuflar el odio en gran parte de la población y acomplejar a buena parte de la derecha. Parece que esto último se va acabando, dado que la cerrilidad del actual gobierno es casi absoluta, con lo cual muchos, también algunos de izquierdas, van abriendo los ojos.

Bajo este supuesto, al final, el Felón habrá sido lo mejor que le podía pasar a España, pero siempre y cuando no consiga consumar sus propósitos. Y hay que tener en cuenta también que para reparar los destrozos que está causando y los que ha perpetrado ya será necesario un gran esfuerzo colectivo no exento de sacrificio.

Sobre todo, será muy difícil, por no decir que imposible, erradicar el odio que parecía desaparecido al inicio de la democracia, aunque realmente estaba larvado, y que a partir de Zapatero, el mayordomo de Maduro, reverdeció con fuerza.

La reparación económica también será difícil, principalmente porque no se percibe que los políticos de la derecha tengan suficiente decisión para suprimir todos los gastos innecesarios, sino que parecen más proclives a cargar las espaldas de los contribuyentes, y por ese camino va a ser más doloroso y más difícil.

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