Me refiero a que pese a que Sánchez está como una cabra, el PSOE lo sigue apoyando contra viento y marea.
Lo de que está mal de la cabeza no lo digo yo, es decir no lo digo solo yo, sino que también hay profesionales de ese sector de la salud que inciden en lo mismo: «Todo apunta a su egocentrismo, narcisismo que explota en forma de victimismo, y no es víctima de nada», quien habla es José Miguel Gaona, psiquiatra forense, y no me sorprendería que en privado fuera más rotundo todavía.
Lleva mucho tiempo Sánchez dejando detalles que demuestran que no está en condiciones de ejercer ninguna actividad en la que estén implicadas otras personas, dado los graves perjuicios que les puede causar, como está ocurriendo. No debería tener ninguna responsabilidad en el PSOE, ni en ninguna parte.
De hecho, la mayor parte de los que antaño fueron los pesos pesados del partido se están lavando las manos, porque no quieren que se les relacione con él. No quieren responsabilizarse de nada de lo que hace, pero los socialistas que tienen paga del Estado se resisten a perderla y lo apoyan haga lo que haga.
La última, por ahora y que yo sepa, ha sido compararse con Robert Fico, el primer ministro eslovaco tiroteado. Esto merece una camisa de fuerza y el internamiento psiquiátrico. Y da que pensar que lo de cerrar los manicomios fue un error, porque hay personas que necesitan ser protegidas de sí mismas -los hay que se autoinfligen unos castigos espeluznantes-, pero sobre todo hay que proteger a los demás de seres llenos de odio y capaces de vengarse de la sociedad, seres cuyos mecanismos mentales no son los idóneos para desenvolverse en sociedad.
Los daños que está causando a España, en todos los órdenes, desde el económico al legal, son siderales, pero el PSOE lo sostiene.
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