Si hay una señora a la que difaman, insultan, agreden, fiscalizan, la culpan de delitos (presuntos) cometidos por otros, es Ayuso.
Y, sin embargo, siempre aparece victoriosa. Es la más aplaudida y la más admirada. Y le gusta la fruta. Toda la gente que quiere lo mejor para los españoles también dice que le gusta la fruta. Muchas veces, esa frase me gusta la fruta está escrita en una bandera de España. Para que quienes quieren arrebatarnos la libertad y el gusto de vivir sepan que no nos engañan. Nosotros seguimos los consejos de quienes nos quieren bien y, por tanto, nos recomiendan la fruta.
Sería de justicia poética que Ayuso se convirtiera en la primera presidenta de España, pero parece que no va a ser así, porque tiene por delante a Feijóo, que será quien ocupará el cargo, pero lo hará gracias a Ayuso, sin ella no sería posible.
Mientras tanto, todos los que no forman parte de la fachostera, que es el único decente que existe hoy en día, se mueren de envidia y lo demuestran, puesto que en lugar de reconocerle sus méritos, que son muchos, le inventan lo que quieren.
Gracias a ella la Comunidad de Madrid sostuvo la economía española en un momento muy peligroso, y la sigue sosteniendo ahora que la situación se ha normalizado.
Ella tomó su decisión sin el apoyo del gobierno ni de su partido. Si le hubiera salido mal, los buitres se la habrían comido cruda. Le salió bien, porque sabe rodearse de gente valiosa, al contrario que otros que solo admiten a su lado a quienes no les hagan sombra.
Ayuso ha formado un gobierno compuesto por personas competentes, en las que confía y a las que apoya. Feijóo debería fijarse en ella y hacer lo mismo y Sánchez no puede sencillamente porque no está en sus cabales.
Me gusta la fruta.
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