Una de las belarras -mujeres de extrema izquierda que no sirven para nada bueno-, que forma parte del gobierno, ha dicho, con el énfasis que pone al insultar, que Milei le parece una hiena.
Luego quiere el presidente del gobierno que sufrimos, que es el más maleducado del mundo, que el presidente de Argentina se disculpe.
El asunto deja ver dos cosas. La primera es que Sánchez, al que los hay que lo creen inteligente, ha jugado muy mal sus bazas contra Milei, puesto que al retirar la embajadora en Argentina, ahora queda en sus manos. Hay que tener en cuenta también que quien debería haberlo alertado, el ministro de Exteriores, es tonto.
La otra cuestión es que el ministro al que suele elegir Sánchez para que lo sustituya tiene exactamente la misma educación que él y previamente había insultado a Milei.
El caso es que el gobierno perjudica gravemente a los españoles al procurarse conflictos innecesarios con otras naciones con el fin de que la parte de la sociedad española que es escoria le otorgue sus votos.
Bien, volvamos a la belarra que ha comparado a Milei con una hiena en un tono con el que intenta convencer a alguien. Pero ella, como todas las belarras, está de parte de los terroristas de Hamás, prefiere a Otegui antes que a Ortega Lara, a Puigdemont antes que a Ayuso. No puede convencer a ninguna persona decente. Habla para la chusma.
Otra de las belarras, esta rubia de bote, que previamente había hecho suyo el lema de Hamás, quiso rectificar luego alegando que no es «antisemitista». Es imposible creer a estas comunistas. Pero algunas de ellas están en el gobierno y otras han estado, con los resultados que eran previsibles desde el primer momento y sin embargo, el PSOE no ha puesto ningún reparo.
Sí que lo han puesto algunos de los socialistas que ya no son diputados.
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