En
seguro que en la cuestión de Gibraltar, por mucho que le asista la
legalidad, España saldrá perdiendo. Todo el mundo sabe que España
tiene razón, pero lo que prevalece en el mundo es la razón de la
fuerza. No cabe duda de que es por eso que hay tantos conflictos en
el mundo. Si todo el mundo pensara que la razón se tiene en cuenta
se resolverían fácilmente casi todos los problemas.
Mientras
todos los partidos británicos cierran filas en torno a la ignominia
y la desvergüenza, y luego nos querrán hacer creer que el Imperio
Británico es puro, casto y virgen, buena parte de los partidos
españoles se frotan las manos a la vista de las oportunidades que
les ofrece la actitud del gobierno en este asunto.
Ha
dicho el PSOE que su opción es el diálogo. Produce suma curiosidad
el predicamento de la palabra diálogo. Parece ser que muchos la
asocian a la democracia, de la que tan ayunos estamos,
tradicionalmente, en España. Sin embargo, no siempre es el diálogo
la mejor opción. Se pedía el diálogo con Eta, cuando eso es una
aberración. Lo saben los dirigentes del PSOE, porque a algunos sí
que les niegan el diálogo.
Con
respecto a Gibraltar, la experiencia demuestra que cada vez que hay
diálogo España pierde algo. Es posible que el PSOE defienda el
diálogo en este caso para no poner en evidencia al gobierno de
Zapatero, al que tan agradecidos le deben de estar los miembros de
esa teocracia que es Inglaterra.
Porque
cuando la religión está al servicio del pueblo es bonita. Si uno
comete una atrocidad que beneficia a Inglaterra va al cielo. Estos
ingleses no solo han inventado el fútbol, han inventado a dios
también. Un dios que está de su parte. Como el PSOE.
Todos
estarán en contra de España, porque es la parte débil, pero
comprenderán que defienda sus derechos.
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