Lejana
en el tiempo ha quedado aquella pretensión del Padre Feijoo según
la cual sólo los poetas príncipes deberían tener derecho a
inventar palabras.
Hoy
en día la democracia va ganando adeptos, pero sobre todo cierto modo
de entender la democracia, que consiste en que todo el mundo tiene
derecho a inventar, no ya un martillo, sino la palabra que se le
antoje.
Poetas
príncipes hay pocos. Uno de ellos, Rubén Darío, del que tanto sabe
Ricardo Llopesa, dio en idear la palabra nefelibata,
pero
otro poeta, también príncipe, Antonio Machado, le dedicó la
siguiente coplilla: “Sube
y sube, pero ten / cuidado, Nefelibata; / que entre las nubes también
/ se puede meter la pata.”
Nefelibata
no ha progresado, pero sí lo ha hecho peatonal,
a
pesar de las protestas de Enrique
Tierno Galván, que
dijo que había surgido en tiempos de incuria y atrevimiento, y
Fernando Lázaro Carreter. Dos
personas no pueden nada contra una multitud, sobre todo si ésta
decide no hacerles caso.
Luego
hubo otra señora que dijo “jóvenes
y jóvenas”,
y tampoco se acabó el mundo. El Padre Feijoo, Rubén Darío, Antonio
Machado, Enrique Tierno Galván y Fernando Lázaro Carreter descansan
en sus tumbas, y
ya no sufren por lo que suceda con la lengua.
Lo
de jóvenas
no prosperó, pero sí abrió nuevas vías que la inventiva de la
gente tomase
cuerpo al abrigo de esa idea de la democracia y de que cualquier
persona se considere tan dueña de la lengua como las demás y con
derecho a hacer de su capa un sayo. De modo que tras un aluvión de
palabras innecesarias, horribles y repugnantes, llegó una que
resumía a todas estas: miembra.
Incluso
hay actas de jurados de premios literarios en las que algunas
mujeres, como miembras de las mismas, estampan su firma.
Pero
hay algunos que no se desaniman y por alto que esté el listón se
atreven a intentar superarlo. Así, Nicolás Maduro, esta vez sin
pajarito que le hable al oído, ha soltado millones
y millonas.
Se
puede vaticinar que hará “progresar” a los venezolanos en el
mismo sentido que a la lengua.
'El franquismo'
'Hablar en público y en privado'
'El olvido de sí'
'Todo es posible'
'Bélgica'
'Mala farma'
'Ascuas de luna'
'El secreto de Bretón'
'Hablar en público y en privado'
'El olvido de sí'
'Todo es posible'
'Bélgica'
'Mala farma'
'Ascuas de luna'
'El secreto de Bretón'
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