Confieso que nunca, nunca, jamás de los jamases, he leído nada de Ángel Viñas. Por tanto, no puedo decir si es bueno o malo, ni puedo hacerme una idea acerca de sus propósitos. Ignoro, pues, si pretende acercarse a la verdad o sólo enredar para que lo negro pase por blanco.
Sí que he leído algunos libros de Stanley G. Payne y lo he hecho siempre con agrado, porque no percibo en él ninguna intención de acceder a subvenciones, prestándose a escribir lo que dicten y poniendo su firma luego. Creo que más bien al contrario, que no le importa ganarse la enemistad de algunas gentes por su intención inequívoca de dar con la verdad. Y la prueba de que no me equivoco en esta apreciación es que a lo peor tener sus libros en casa será delito.
He vivido mucho tiempo, he tratado con bastante gente y he tenido ocasión y forjarme mi propia idea, sin necesidad de que me la cuente nadie. Si luego leo a este, aquel o el otro y veo que lo que dicen se acerca bastante, está en la línea o coincide plenamente con lo que yo pienso, pues miel sobre hojuelas. Si hay discrepancias, pero que en el método investigador no hay intereses torcidos, me lo replanteo.
Dejo aquí una conferencia del Señor Payne, por si alguien la quiere escuchar: https://youtu.be/BniZZf90ATQ
El caso es que este gobierno que sufrimos, y espero que sea ya por poco tiempo, ha impuesto un marco mental para referirse a esta cuestión, y cuando se da esta circunstancia -la existencia del marco mental- la verdad no puede comparecer.
Lo ha impuesto con la ayuda de los terroristas, los golpistas y otras gentes de dudoso gusto, con lo cual ya está todo dicho.
El PSOE -partido en el que hubo gente muy honrada, que ya se ha dado de baja, no lo vota o ha sido asesinada- asiente, sin darse cuenta de que por esta vía camina hacia la desaparición.
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