Tenemos la suerte de que Sánchez e Iglesias son muy brutos. Igual de malvados que Arzalluz, no tienen ni la cuarta parte de talento que aquel. De ser el caso, no tendríamos escapatoria.
En el PSOE hubo demócratas y el partido tiene, o tuvo, vocación democrática, pero al no ser demócratas sus fundadores -cabría decir refundadores-, González y Guerra, no lo fue él tampoco.
A Franco no le interesaba el franquismo, porque de asumirlo no habría tenido libertad de movimientos, pero tampoco pudo evitar que existiera. Los franquistas tenían el poder e imponían su impronta en la sociedad.
Suárez les ofreció la posibilidad hacer un modelo totalmente nuevo, pero Guerra y González prefirieron seguir con el esquema franquista, pero en dirección opuesta. Se procuraron el control de los medios, de los jueces, de los intelectuales… Lo contrario del ideal democrático.
El PSOE se fue pudriendo pero algunos sectores de la izquierda seguían teniendo sueños. Apareció Podemos en escena, una birria de partido desde el principio, pero los hubo que creyeron en ese partido el ideal de sus anhelos. Leí artículos de intelectuales que hasta ese momento tenía en consideración alabando la inteligencia de Iglesias.
Muchos socialistas votaron a Podemos en la idea de que en este partido estaba la pureza de la izquierda. Consiguió 69 escaños. Si Iglesias fuera tan inteligente como lo suponían aquellos a las siguientes elecciones habría sobrepasado al PSOE. Pero no, él mismo se encargó de espantar a todos esos votantes socialistas que se habían decantado por él al alinearse con los separatistas de cualquier lugar de España y con los terroristas. A partir de entonces ha ido perdiendo más y más votos. Los que le quedan son los comunistas de siempre, los que rezuman rencor y quieren el mal de todos.
En su torpeza, culpa a un locutor de televisión que hace un programa para rojos y maricones.
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