Todos los partidos que flanquean al PSOE por la izquierda y todos los que están a la derecha de VOX, o sea, los nacionalistas vascos y catalanes, incumplen su promesa o juramento de ser leales al Rey y a la Constitución.
Errejón está en uno de esos partidos traidores. Las propuestas que hace son propias de alguien que sufre un retraso mental profundo,
pero quizá es que considera que sus votantes son así, cuestión en la que acierta porque hay que ser masoquista para votarlo.
Una de sus ‘ideas’ es que la selección española de fútbol se presente en Catar vestida con los colores del arco iris. Evidentemente, si lo hiciera no conseguiría con ello ningún beneficio para España ni para los jugadores, sino que eso acarrearía una serie de problemas, que culminarían seguramente con la expulsión. Si se le atribuye algún capacidad lógica al tal Errejón se llega a la conclusión de que pretende arañar unos votos en un grupo de personas por el que, en realidad, no siente ningún respeto, como demuestra su sugerencia.
Otra de sus ‘genialidades’ tiene que ver con la inflación y el modo de combatirla. Por un lado quiere que los salarios suban lo mismo que la inflación y por el otro la receta comunista de controlar los precios de la energía, los alquileres y los productos de primera necesidad, recetas que han fracasado en todos los lugares en que se han tomado. De nuevo, toma por tontos a los trabajadores.
Hemos sufrido en el pasado reciente episodios de inflación desbordada, por lo que los españoles pueden recordar perfectamente que en ningún caso se han logrado corregir del modo que propone el listillo, sino precisamente actuando de modo muy distinto. En la primera ocasión se hizo mediante los pactos de la Moncloa, en los que participaron todas las fuerzas vivas del país, y que tan buen resultado dieron. La segunda vez fue cuando el gobierno de Felipe González dio paso al de Aznar.
Errejón es un tipo que no merece el sueldo que le pagamos los contribuyentes,
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