Reparten pulseritas con el lema Free Begoña, como si hubiera sido ya declarada culpable y estuviera encerrada.
Solo hay un juez que está investigando, o sea, haciendo su trabajo, y eso no les gusta a los enemigos de la democracia, que es un sistema que se basa en que todos somos iguales ante la ley.
Sin el imperio de la ley no hay democracia. En las dictaduras, los jueces no están al servicio del pueblo, sino del dictador.
A los ciudadanos nos interesa defender y proteger a los jueces, que son los únicos que nos pueden defender de los poderosos.
Pero el caso es que si han hecho pulseritas con el lema citado, también tendrían que hacerlas con este otro: Free Pedro, porque si Begoña ha hecho algo ilegal, en el asunto también estará involucrado Pedro, de modo que esto se les olvidó, quizá a propósito. A ver si, en realidad, en la apariencia de que defienden a Begoña está la realidad de que defienden a su enamorado marido, porque si cae se quedan todos sin las ventajas de que gozan.
También hay en cierne otra pulserita, que a ver si es que no la sacan para que no se les vea el plumero: Free David. Porque aquí también hay caso. Y ya está todo el mundo esperando que el equipo de opinión sincronizada empiece a despellejar a la juez que ha tenido la osadía de hurgar en sus negocios. Previa denuncia, claro.
Los enemigos de la democracia no quieren que los jueces hagan su trabajo, prefieren que hagan los trabajos que ellos les manden.
Queda la sensación de lo que puede pasar si los jueces van tirando de este hilo, aquel y el otro y al final resulta que organizan manifestaciones con el lema ¡Libertad para todos!
Para todos los que hayan delinquido y los haya pillado la justicia, que para eso está.
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