No fue mayor la derrota de los socialistas porque no dudaron en ofender a Israel, aunque ello supusiera un grave perjuicio reputacional para España, con el fin de captar votantes de extrema izquierda, lo cual, sin duda, lograron.
A pesar de eso, la derrota del PSOE fue claro, aunque las consecuencias a corto plazo solo cabe imaginarlas en la profundización de la ignominia y el descaro. Hay personajes que ya lo tienen todo perdido y que lo único que les queda es el poder, por lo que tratarán de mantenerlo a costa de lo que sea.
El ministro de Exteriores de Israel ha resumido gráficamente el resultado electoral con una imagen fabricada con IA, en la que Sánchez y Yolanda reciben un huevazo cada uno. Es una interpretación correcta de la respuesta de los votantes a las políticas de este gobierno. Ambos representan a todos los componentes del gobierno, especialmente a Albares, y también al infame Borrell.
La esperanza de los españoles no sectarios está puesta ahora en los jueces, especialmente en los que ven casos en los que están involucrados personajes gubernamentales y adheridos, porque sobre ellos van a caer chuzos de punta.
Los jueces que casualmente estén investigando asuntos que afecten a la derecha van a recibir, en cambio, toda suerte de apoyos del gobierno.
Son los otros, los que para ejercer su labor van a tener que sacar sus capas de héroe de los armarios los que necesitan todo el apoyo y reconocimiento de la sociedad, pues de ellos depende nuestra democracia y, evidentemente, nuestro bienestar.
Hay que hacerse a la idea de que el socialismo no es lo que quisieron soñar muchos. Algunos, como Savater, se han despertado, aunque no parece que lo haya hecho del todo.
Lo que unos imaginaban de forma noble, otros lo desarrollaron de forma miserable, y ha tenido que venir un Sánchez para que esto se vea de forma clara.
No hay comentarios:
Publicar un comentario