domingo, 8 de marzo de 2020

Aprobaron la ley sin leerla

El grado de sumisión que exige el Felón a sus ministros es tal que ya solo falta que se tengan que arrodillar ante él para hablarle, como ocurría con el anterior felón, Fernando VII.
Pero si no hincan la rodilla en tierra de forma real, mentalmente es como si lo hicieran. Que hombres y mujeres en la plenitud de sus vidas hayan tenido que aprobar una ley, que además es una chapuza y con la que, encima, no están de acuerdo, y lo hayan hecho sin haberla leído antes y sin posibilidad de decir esta boca es mía, demuestra hasta qué grado exige postración a sus ministros este elemento desvergonzado que preside el gobierno.
La ‘hazaña’ más grande que ha llevado a cabo, y va puesta entrecomillas por algo, ha sido la de cambiar unos huesos de sitio. Pero sus actos dejan claro que si hubiera coincidido en vida con Franco le habría rendido pleitesía, y lo habría hecho por dos motivos: por cobarde y por ambicioso. Es capaz de cualquier cosa por tener poder, así que habría hecho lo que Franco le pidiera. Y sin rechistar, como sus ministros.
Ha desnaturalizado al PSOE al suprimir todos los contrapesos internos para garantizarse el control absoluto del partido, de modo que la ese ya no puede ser de socialista., sino que ha pasado a ser de sanchista, y la o de obrero parece un sarcasmo, porque lo que quiere es exprimirlos a todos y arruinarlos, y la e tampoco puede ser de España, porque asimila este concepto a la derecha y, por tanto, la odia.
La extrañeza viene dada por la actitud de su partido, ya que hay muchos que sacan tajada, porque tienen cargos u otras ventajas, pero son más lo que no tienen nada y deberían darse cuenta del daño que está haciendo el Felón al socialismo, y también a España, a la que muchos socialistas aman.

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