Muchos recordarán que Pedro J. ofreció
el espacio de Paco Umbral a Alfonso Ussía. Es fácil darse cuenta
que si lo hizo fue para arrebatarle a La Razón sus suscriptores. El
interesado no cedió a la tentación y continuó en su medio. Hoy,
años después, ha obtenido el ‘premio’ a su fidelidad mediante
la censura de un sensacional artículo suyo. Digo que es sensacional
con conocimiento de causa, puesto que corre como la pólvora por las
redes.
Una democracia, para serlo, ha de cumplir
unos requisitos básicos: En primer lugar, necesita demócratas. Es
decir, ciudadanos adultos, responsables y con criterio propio. En
España se induce al sectarismo, no se lanzan ideas a los ciudadanos,
sino consignas; no se enseña a respetar al adversario ideológico,
sino que se le señala como enemigo.
En segundo lugar, necesita que el
estamento judicial sea independiente. También el
Fiscal General del Estado. Nadie puede garantizar mejor el respeto a los vulnerables o indefensos que los jueces. Es, sobre todo, el necesario freno de la corrupción, puesto que el ser humano es corrupto por naturaleza. Cada vez son más fuertes los intentos de los sucesivos gobiernos españoles para controlar a los jueces, hurtando a los ciudadanos unas garantías que necesitan. Estos intentos, con el actual gobierno, son ya propios de las dictaduras. Dan vergüenza a quienes la tengan.
Fiscal General del Estado. Nadie puede garantizar mejor el respeto a los vulnerables o indefensos que los jueces. Es, sobre todo, el necesario freno de la corrupción, puesto que el ser humano es corrupto por naturaleza. Cada vez son más fuertes los intentos de los sucesivos gobiernos españoles para controlar a los jueces, hurtando a los ciudadanos unas garantías que necesitan. Estos intentos, con el actual gobierno, son ya propios de las dictaduras. Dan vergüenza a quienes la tengan.
Y en tercer lugar, es absolutamente
necesario que haya libertad de prensa. Que los medios, dentro de las
medidas impuestas por leyes razonables y absolutamente democráticas,
puedan publicar lo que quieran. El derecho a la información de los
ciudadanos es innegociable. Es crucial tener en cuenta que quien
paga, manda. Y esto es así porque en España son muchos los medios
que sin las subvenciones tendrían que cerrar, y esto significa que
obedecen quien les da de comer, y cuando es la Administración se
incurre claramente en perversión. Los periódicos ya no fiscalizan
al poder, sino que le hacen propaganda. Una estafa a los
contribuyentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario