Desde sectores nacionalistas se ha dicho
que los viejos deberían abandonar la UCI para dar paso a los
jóvenes.
No es extraña esta actitud, habida
cuenta de que nacionalismo y generosidad son dos conceptos
antagónicos, puesto que esta nefasta ideología se nutre del egoísmo
y del odio. Es imposible encontrar una pizca de generosidad en el
nacionalismo, y sin generosidad tampoco puede haber interés por la
justicia; y sin éste la condición humana se resiente mucho, se está
más cerca del animal.
¿Cómo se puede pensar que un viejo no
tiene derecho a la vida? Todo ser humano lo tiene. Lo que ocurre es
que a los nacionalistas no les importan las personas, sino sus
ignominiosos designios. El nacionalista optaría a favor del anciano
y en contra del joven en función de lo que pensara cada uno, y esa
es una muestra más de degradación moral.
Una persona decente se puede dar cuenta
de que a lo mejor el viejo está viviendo la mejor época de su vida
y se ha venido a truncar por el egoísmo y la incompetencia del peor
gobierno que podía tener el país en un momento tan delicado. Aunque
podría ser peor la situación: Supongamos que gobierna el PP y que
lo hace todo de modo impecable y que ha llegado a este punto con tan
solo 400 muertos. ¿Cuál habría sido la reacción de Iglesias y
Sánchez? Todos los que tienen una idea realista sobre ellos saben
que habrían armado la de dios es cristo.
Ambos, el viejo y el joven, tienen
derecho a la vida. Igual uno que otro. Y es el gobierno el que
debería estar preocupado por no poder ayudarles a mantenerla por
culpa de su desidia e incompetencia. Pero no, lo que les importa a
ellos es otra cosa muy diferente. Ni uno ni otro da la impresión de
que les duela la muerte de alguien más allá de la repercusión que
tenga en unas hipotéticas nuevas elecciones.
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