Ocurre solo esporádicamente, pero
ocurre. Por ejemplo: cuando le preguntaron a Fernando Simón por qué
los muertos en Alemania por el coronavirus son muchos menos que los
que se dan en España, dijo la verdad. No lo sé.
Él no lo sabe, pero algunos barrenderos
municipales a los que se me ocurrió consultar apuntaron ideas: Es
que Alemania tiene mucho dinero para la Sanidad, mientras que en
España cantidades igual de grandes vuelan hacia los sindicatos,
hacia el loco de Torra, hacia los medios comprados.
Pero tengan razón los barrenderos o no,
podemos darnos con un canto en los dientes, porque Dios Nuestro Señor
Poderoso ha piedad de nosotros y ha hecho que esto pase cuando el PP
está en la oposición, porque si llega a estar en el gobierno los
podemitas se lo habrían puesto muy difícil. Rajoy habría tenido
que ser protegido por la Legión al completo cada vez que tuviera que
desplazarse de un lugar a otro.
En lugar de eso, los podemitas están en
el gobierno, de modo que la gente puede ver que en lo único que son
expertos es en el dominio de las técnicas bolcheviques de
desestabilización; en lo demás, son totalmente inútiles y
molestos. Si se quitan de en medio, mejor. Quien no lo quiera ver da
la razón a la Biblia en aquello de ‘no hay peor ciego…’.
Sánchez, cuyo odio a la mitad de España
le inhabilita para ser presidente, se las prometía muy felices.
Pensaba que mintiendo, mintiendo y mintiendo, su gobierno podía
llegar muy lejos. Y de pronto llega un bichito pequeñito,
coronavirus le llaman, y le obliga a decir la verdad. Y no solo eso,
sino a darse cuenta de que sus peores enemigos los tiene dentro, en
su gobierno. Aliado con ellos, va a vivir un infierno.
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