No se le puede decir a la gente que
cierre su negocio, del cual muchas veces vive en precario, sin saber
hasta cuando, mientras quienes lo ordenan viven tan ricamente a costa
de sus impuestos.
Se da la circunstancia, además, de que
la clase política, al menos la dirigente, no ha reaccionado ante la
grave amenaza vírica hasta que no ha habido más remedio.
Vienen tiempos de mucha miseria y mucha
hambre. Se van a destruir muchos puestos de trabajo y los recortes
que se adivina que se van a dar serán grandes. España ya no se va a
poder permitir el lujo de tener una Administración hipertrofiada.
Para compensar la tardanza en actuar
contra el virus que vino de China, habría que anticiparse a los
tiempos futuros y suprimir de la Administración Pública todo lo que
no sea absolutamente indispensable para el buen funcionamiento del
Estado. Hay que aligerar la carga de los contribuyentes, que tampoco
van a ser muchos durante una buena temporada. Todo el dinero de los
impuestos debería gastarse, a partir de ahora, en asuntos que
reporten algún beneficio a los ciudadanos.
Lo de los coches oficiales, los Falcones
y demás, debería considerarse a partir de ahora con mucha
prudencia. Así como las mariscadas y las subvenciones a la prensa y
a los sindicatos. Que vivan unos de las cuotas de sus suscriptores y
otros de las de sus afiliados.
Es inmoral que en esta situación, a
resultas de la cual mucha gente no podrá ni comer, que se paguen
sueldos, a veces muy altos, a enchufados y propagandistas.
La clase política debe dar ejemplo a la
población y a partir de ahora optar por la austeridad, pero no para
recetarla a los demás, como les gusta hacer, sino para sí mismos.
El gasto público debería reducirse, como mínimo, a la mitad. Pero
seguramente se podría reducir más sin que el Estado dejara de
funcionar.
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Tránsito en la mirada'
'Te doy mi palabra'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Tránsito en la mirada'
'Te doy mi palabra'
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