He empezado a leer el artículo de AMM en el que pone a caldo a Trump. No lo he podido terminar a la vista de tanto ensañamiento, por lo que ignoro si más adelante le da el mismo tratamiento a Biden, pero por lo leído no tiene trazas de que sea así.
Probablemente, todo lo que dice de Trump es cierto y hasta es posible que se quede corto, pero la cuestión no es esa, sino que si la hubiera emprendido con Biden también podría haberle acusado de cosas igual de feas, si no más.
Trump ya es, oficialmente, el perdedor de las elecciones, por tanto, ese encarnizamiento en su contra está fuera de lugar. Además, en el artículo, al menos hasta el punto en que he leído, y dado el tono me atrevo a asegurar que es así, el bendito AMM no alude en ningún momento a las numerosas irregularidades detectadas y que no se pueden negar. Tampoco alude a que la batalla ahora se libra en las redes sociales y que éstas no pueden presumir de neutralidad en ningún caso y en este estaban en contra de Trump.
El ya derrotado candidato participaba en inferioridad de condiciones, en campo hostil y con trampas en la contienda electoral. Los rivales con los que ha competido también se están comportando con una ferocidad ilustrativa con la víctima de sus trampas. Y eso lleva a pensar que a lo mejor no lo hacen por él, que a fin de cuentas ya está derrotado, sino como aviso a navegantes. Para que todo el mundo sepa que van en serio.
Lo que se viene viendo en las votaciones en todas las democracias del mundo es que las redes sociales lo trastocan todo. El poder está en sus manos y hay que quitárselo por bien de la democracia.
Los periodistas, a veces, al juzgar el trabajo de otro de ellos, dicen: no es un artículo, es una inversión.
‘El Parotet y otros asuntos’
‘Diario de un escritor naíf’
‘Yo estoy loco’
‘Valencia, su Mercado Central y otras debilidades’
‘1978.El año en que España cambió de piel’
‘Tránsito en la mirada’
‘Te doy mi palabra’
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