Se lo he leído a alguien de Lo País, ese periódico que ya no puede presumir de nada.
El tal sujeto, al que alguien que conserva su prestigio, como es el caso de Gabriel Albiac, considera un indigente moral, cataloga como independentismo a lo que no puede ser más que secesionismo, asumiendo el lenguaje tramposo de quienes lo propugnan, sin comprender que quien hace trampas reconoce implícitamente que no tiene razón. Llama exiliados a quienes no son más que acobardados prófugos, pillastres del tres al cuarto, fugados del modo más vil y cobarde y habiendo abandonado a quienes, ingenuamente confiaron en ellos. Este ‘inteligente’, además, se abraza con el terrorista Otegui. No contento con todos estos disparates, obliga al gobierno a tomar unas medidas que han fracasado estrepitosamente en todos los países en los que se han implantado. El fracaso del comunismo es total y absoluto y, además, ha sido condenado por la Unión Europea.
Este sujeto con moño preside un partido del que José Bono dijo lo siguiente: «Podemos está diseñado al servicio de una persona o de un matrimonio». Es decir, con este bagaje pretende gobernar España. No parece que tenga razón el de Lo País al considerarlo inteligente.
Hubo un momento en que muchos socialistas incautos pensaron que encarnaba la pureza de la izquierda y le votaron. Él mismo se encargó de desengañarlos enseguida, al considerarlos más tontos de lo que eran. Les abrió los ojos y a las siguientes elecciones pudo comprobar que su sueño de sobrepasar al PSOE se había esfumado. No obstante, sigue con la misma estrategia, con los mismos errores, con la misma torpeza. Será difícil ya que los socialistas le voten en el futuro. En cuando Sánchez se consuma en el fuego de su narcisismo y no tenga más remedio que ingresar en un hospital psiquiátrico, el porvenir que le espere a Iglesias puede ser complicado. Cuando ya no tenga poder, todo su entorno puede cambiar de actitud con él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario