viernes, 29 de enero de 2021

Patinazo de Vox

 

En mi opinión, y como he dicho varias veces, Vox no es de extrema derecha, sino nacionalista. A ningún otro partido le interesa reconocerlo como tal, por lo que se le cuelga una etiqueta que no le corresponde.

La verdad debería ir siempre por delante «Apolonio: Mentir es propio de siervos y decir verdad, de hombres libres», pero no va.

Tampoco es un partido populista, aunque sí que es cierto que utiliza estrategias populistas. No es que esté bien que lo haga, aunque es conveniente plantearse esta cuestión, y otras por el estilo. Si las utiliza es sencillamente porque funcionan y aquí entran en juego los votantes.

A los españoles no les importa que les mientan, como demuestran una y otra vez las encuestas, sobre todo las de Tezanos. Tampoco les contraria la corrupción. Los que se muestran disgustados por este motivo lo están, única y exclusivamente, de la corrupción del PP.

Por el contrario, a quien dice la verdad se le considera peligroso, en la calle y en la política. En las Vascongadas podía costar la vida y en Cataluña el ostracismo o ir al paro. En los demás lugares de España el pronóstico tampoco es muy halagüeño.

Vox es un partido nuevo que se ve obligado a buscar votos como pueda, fijándose en lo que funciona y en lo que no, y no está exento de meter la pata, como ha hecho ahora al acudir en ayuda de Sánchez, haciendo como que no sabía.

Al final resulta que Vox es un partido como los demás, una estructura de poder, en la que también se da la adulación al líder, aunque en este caso no se llega a los extremos que sí concurren en Podemos, partido este que sí es de extrema izquierda y cuya mandamás rehúye toda confrontación en igualdad de condiciones con cualquiera de Vox, porque lo suyo es el ventajismo y los golpes bajos. 

 




No hay comentarios: