Este tuit https://twitter.com/AdaColau/status/1353441773146705920 me ha sido enviado, pero no puedo comentar nada puesto que está escrito en una jerga que no entiendo.
Si a los catalanes les diera por entenderse en español, lengua con la que se puede viajar por todo el mundo, la situación en Cataluña sería mejor en todos los órdenes de la vida: la situación económica sería infinitamente mejor, no existiría la crispación y los socialistas serían genuinamente socialistas y no nacionalistas camuflados como ocurre.
Pero insisten en hablar esa jerga, invento del avieso Pompeyo Fabra -¡cómo recuerdo a Pompeu Fava q.e.l.g.e.!- y, como consecuencia, todo, y sin parar, es bronca. Entre ellos y con todos. De hecho, Colau es un castigo que se autoinfligen los barceloneses.
Esa jerga nos la intentan imponer a los valencianos. Mientras se suprime el estudio de materias tan útiles como el latín y el griego, se impone el de la jerga esa que jamás le servirá a nadie para nada, salvo que lo que se pretenda sea la confusión mental.
Aznar necesitaba los votos de Pujol, el muy honorable, y para complacerlo Zaplana traicionó a los valencianos y se inventó la nefasta AVL. Le sucedió Camps, el peor presidente que ha tenido jamás el Reino de Valencia, porque con él desaparecieron las entidades financieras valencianas, se sacó de la manga un Estatuto nuevo que nadie pedía e incluyó en él a la nefasta AVL.
Gracias a todo eso, El Señor del Peluquín tiene el campo abonado para hundir a los escolares valencianos en la ignorancia y la inutilidad. Es que a un botarate como Camps sólo le podía suceder otro botarate.
Evidentemente, no quiero tener ninguna relación con una jerga surgida del odio. El odio a España y a los españoles es palpable y evidente en los catalanistas.
La función de las lenguas es servir de cauce para el entendimiento. En España tenemos una lengua con la cual, además, se puede recorrer el mundo. El odio siempre está de sobra.
‘El Parotet y otros asuntos’
‘Diario de un escritor naíf’
‘Yo estoy loco’
‘Valencia, su Mercado Central y otras debilidades’
‘1978.El año en que España cambió de piel’
‘Tránsito en la mirada’
‘Te doy mi palabra’
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