lunes, 18 de enero de 2021

Aquel olvidado episodio de Pilar Miró

 

Anda en nuestros días el personal un poco enojado porque el peor gobierno de la historia de España -apoyado por terroristas como Otegui, delincuentes como Junqueras y comunistas como Iglesias- va a gastar un dineral en maquillaje para sus componentes. Es decir, estos tipos no tienen miramientos.

Aunque me parece a mí que unos no necesitan maquillaje, sino espejos, pero conociendo el paño es muy posible que quiera ambas cosas y los espejos tendrán que tener marcos de oro labrado y gente experta, con o sin implante capilar, en sostenerlos de modo adecuado. De otros se puede decir que aunque la mona se vista de seda… Toda una vida dedicada al cuidado del cabello. Me recuerda a Anasagasti, aunque éste es mucho más inteligente. Aunque mientras el vascongado se enreda los cabellos personalmente, el comunista, seguramente, aprovecha para ver series mientras se lo hacen.

Pilar Miró tuvo que dimitir, o la destituyeron, por comprarse un abrigo con dinero público. ¿Eran otros tiempos? No, los mismos que le hicieron la jugarreta del abrigo, a traición, habían expulsado a Alonso Puerta por denunciar la corrupción en el ayuntamiento de Madrid. Manejan a las masas como quieren.

En esos tiempos se estaba sembrando lo que ha florecido en estos. Se sobornaba a los sindicatos y se sobornaba a los medios, en los que está la mayor corrupción de España. Para que haya democracia es indispensable que los medios sean libres y la inmensa mayoría de ellos depende de las subvenciones.

Pilar Miró tuvo que asistir a un acto en representación de, y pensó que comprarse el abrigo era una obligación que añadir a la primera. Aprovecharon la circunstancia para hundir su reputación. Y ya que aquí han aparecido personas que disfrutan haciendo el mal, conviene añadir que cualquier mal que se haga es irreversible. Si luego quien lo ha hecho se arrepiente y pide perdón -se lo den o no-, el daño hecho sigue. Como a la mayoría de los malvados le gusta que sea.


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