Illa es licenciado o doctor en Filosofía, pero creo que en la mayor parte de su vida su mantenimiento ha corrido a cargo del pesebre público, ese dinero que, según su conmilitona, la señora de Cabra, no es de nadie. No hay ningún tratado de filosofía que hable de la mentira en términos favorables. Y mucho menos de la que se dice en el desarrollo de las propias funciones y tienen como destinatarios a quienes le pagan el sueldo.
Y es que no es probable que Illa tenga alguna pesadilla con los fallecidos a causa del virus chino, que, seguramente habrían sido muchos menos de haber habido un ministro eficiente y un gobierno preocupado por la suerte de los ciudadanos.
Se nota que no es probable por la pachorra con la que se presenta al público y la sonrisa beatífica con la que comienza sus intervenciones. Muchos han muerto de manera dramática y salvaje. Sufriendo en solitario una agonía de varios días. Todos los españoles deberíamos tener vergüenza de que en España haya ocurrido eso. Y el responsable del asunto sonríe, como si no tuviera nada que ver, como si no fuera con él la cosa. Mientras el jefe esté conforme…, debe de pensar.
Algunos profesionales del sector han protestado: A ver si la gente se va a creer que la filosofía sirve para eso. Pues no, no sirve para eso. Él, Illa, la utiliza para darse postín. Pero, se mire por donde se mire, le hace un flaco favor. La filosofía no puede enseñar a nadie a faltar al respeto a quienes más respeto debe de la manera en que él lo hace. La filosofía no enseña a ser obsecuente, ni a burlarse de los muertos y de quienes han estado en trance de muerte.
La filosofía debería haberle servido para respetar desde el primer muerto al último y habría demostrado que lo hacía si se hubiera empeñado en contarlos minuciosamente y en lugar de un muñeco diabólico hubiera puesto a una persona seria a dar la cara cada día.
‘El Parotet y otros asuntos’
‘Diario de un escritor naíf’
‘Yo estoy loco’
‘Valencia, su Mercado Central y otras debilidades’
‘1978.El año en que España cambió de piel’
‘Tránsito en la mirada’
‘Te doy mi palabra’
No hay comentarios:
Publicar un comentario