miércoles, 27 de enero de 2021

Vox denuncia a Iglesias

 

Iglesias es un sujeto que dice -¡dice!, y los hay que lo creen- que viene a ayudar a los de abajo de los de arriba. Él, que procura estar lo más arriba que puede. Según su peculiar catalogación del género humano, Cervantes sería de los de abajo. Servet sería uno de abajo que seguro de sus razón se presentaría ante Calvino, el de arriba, como Iglesias, que no tenía razón pero tenía la fuerza y lo mandó quemar. Con el podemita tampoco valen razones. A quienes no se le someten los manda a la hoguera, de forma metafórica, pero conociendo su pasión por la guillotina… Calvente es buena prueba de ello, pero no sólo él.

Aunque esa señora de Cabra, de la cual los vecinos de esa localidad deben de estar hartos, haya dicho que el dinero público no es de nadie, eso no es cierto. El gusto por la mentira no debería ser tolerado por los ciudadanos. El caso es que el dinero público es de los ciudadanos y ha sido ganado por la inmensa mayoría de ellos con gran esfuerzo. Por cierto, y por si alguien no se ha enterado aún, la palabra ‘ciudadanos’ es mucho más respetuosa y educada que ese ‘los de arriba’, ‘los de abajo’. A algunos nos gusta que se nos respete.

El dinero público, por tanto, debería ser gastado con tino y con la intención de que de ese gasto resultará siempre algún beneficio para sus legítimos dueños, los ciudadanos. Y, por supuesto, que cualquier contribuyente debería tener acceso a las cuentas públicas y conocer el destino de cualquier partida del presupuesto. Los contribuyentes pagan y, por tanto, tienen derecho a saber qué se hace con su dinero.

Pues por eso ha denunciado Vox a Iglesias, porque se niega a explicar qué hace con el dinero de aquéllos a los que dice -¡dice!- que defiende. Aunque los que cataloga como ‘los de arriba’ también pagan impuestos. Y algunos, como es el caso de Amancio Ortega, también hacen donativos importantes a la sociedad.

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