El virus chino ha venido a desvelar que la mayoría de los gobiernos del mundo son incompetentes y que el español es el más incompetente de todos. Si hubiera gestionado bien la pandemia el número de fallecidos por este motivo habría sido menos de la mitad.
Hay que recordar que el virus pudo llegar a España a finales de 2019. Cuando el gobierno chino dio aviso al mundo y cerró las fronteras, el virus ya se le había escapado, ya corría suelto por los distintos continentes.
Cavadas se sirvió de la lógica, no de su condición de médico, para avisar de que si los chinos habían cercado a una población de 60 millones y construido un megahospital en tiempo récord el asunto tenía que ser grave. Los mariachis del gobierno lo criticaron por hablar de algo que no es su especialidad. En febrero de 2020, el gobierno italiano prohibió distancias inferiores a metro y medio en la calle. Aquí se quitaba importancia a todo porque había que celebrar el 8-M.
La cuestión es esa. Si se hubiera alertado a las gentes desde el primer momento y se hubiera explicado a la población como defenderse, o sea, guardando las distancias y procurando estar en espacios ventilados, los contagios se habrían producido de forma escalonada y no hubieran colapsado los centros de salud y los hospitales, por lo que muchos de los afectados se podrían haber salvado.
El gobierno debería haber actuado con mucha rapidez para proteger a los más vulnerables, residentes y trabajadores de las residencias de ancianos y personal sanitario de todos los centros de salud y hospitales.
Pero este gobierno lo basa todo en la propaganda y se sirve del terror de la gente para cometer una fechoría tras otra. La imposición de mascarillas por la calle es una de ellas. Sólo acierta cuando imita a Ayuso.
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