Parece que el chicle ya no se puede esperar más, la situación a la que el gobierno Frankenstein ha llevado al país es peligrosa hasta para la UE, así que Yolanda, la ministra comunista y vicepresidenta del gobierno se huele el adelanto electoral y comienza a tomar posiciones.
Dicen que esta ministra, al contrario que su gandul antecesor en la vicepresidencia, al que Ayuso echó de la política, es muy trabajadora y metódica. Lo cual invita a pensar que hasta las mentiras que dice, una tras otra, las tiene todas perfectamente calculadas.
¿Será verdad eso de que quiso avisar a sus compañeros del gobierno sobre las consecuencias de no hacer caso al virus chino? Entre los miembros del gobierno más numeroso de toda la historia de España no hay nadie que tenga ningún respeto a la verdad.
Ella, que pretende presentarse a las elecciones, sabe que los votos se los tiene que quitar al PSOE y a los demás partidos de extrema izquierda. Ha empezado a hacer campaña marcando el territorio, desmarcándose de unos y de otros. Como buena comunista, es más dura que el pedernal y sin miramientos con nadie. Siempre sonríe e intenta hablar con dulzura, pero se comporta como un macho alfa.
Aparentemente, le hace la competencia a Sánchez desde dentro de su gobierno, o sea, que es como si hubiera metido a la zorra en su gallinero, dicho esto en sentido mitológico, sin ánimo de agraviar a la comunista, sino para que se entienda lo que significa para Sánchez.
Pero el caso es que a lo mejor a éste le importa poco, porque está por ver que el PSOE decida presentarlo de nuevo como candidato a las elecciones, aunque a la vista del elenco que tiene actualmente a mano es posible que le convenga. Y en este caso queda por ver que a él le interese, porque como las encuestas no le den como ganador claro...
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