Hay un titular de prensa que dice así: «Los barones exigen a Pedro Sánchez una financiación "sin privilegios" ante nuevas cesiones a Cataluña». No hay que tomárselo en serio.
Pedro Sánchez, o sea, el Felón, tiene sometido al PSOE y se sabe de él que está lleno de odio y que es mejor no llevarle la contraria. Otra cosa es hacer gestos cara a la galería, para conseguir votos, que eso sí le conviene y lo acepta. Entonces, los barones chillan y gritan, y logran los titulares de prensa que les convienen, que para eso subvencionan a los medios, y ahí se acaba todo.
A la hora de la verdad, el que paga manda y quien paga es el Felón, con el dinero de los impuestos, no el suyo, que el chico es cortito, pero no se chupa el dedo.
Con el dinero de los impuestos paga un sueldazo a su mujer, se paga unas vacaciones donde haga falta, y se monta unas ceremonias que darían risa si no hubiera que pagárselas.
Los barones del PSOE son sencilla y llanamente vasallos de su Señor, al que adoran y si se lo manda él le rezan.
Aquello de ¡Oh, es Él!, ha quedado superado. Ahora hay otro ‘Él’ mucho más pernicioso y todos esperamos que el PSOE, cuyos componentes alardean de superioridad moral, quite a ese impostor, que tanto daño hace, de en medio. Zapatero ya hizo un daño irreversible, pero lo del Felón puede llegar a ser dantesco, utilizando este epíteto de forma literal y no cómo metáfora.
Esos fulanos del PSOE no tienen derecho a presumir de nada, son mamones que se postran de hinojos ante el poder, aunque lo ostente alguien tan malvado y con tan pocas luces como el actual Secretario General.
El PSOE está arruinando a marchas forzadas el crédito que le queda.
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