jueves, 17 de noviembre de 2022

Dimitir no es un nombre ruso

 

Con esta gracieta acosaban los podemitas a los ministros del PP y se reían de ellos. Luego ha ocurrido que algunos han llegado a ser ministros, e incluso vicepresidentes del gobierno, por la gracia de un Doctor, con el resultado de que los mejores han sido los más vagos, los que menos han hecho, porque todo lo que han hecho lo han hecho mal.

Lo de dimitir. Lo hizo uno por bravucón, ‘para frenar a Ayuso’. Corramos un tupido velo, que nos da la risa.

El problema no es que dimitir no sea un nombre ruso, sino que el Doctor con tal de ser presidente es capaz de cualquier cosa. De ofrecer ministerios a las personas más incompetentes de España. Y no es extraño porque el propio titular de la presidencia es totalmente incompetente. Pero es que entre los socialistas hay gentes a las que se les suponen conocimientos y capacidades. Y callan y aprueban y apoyan.

El propio Felipe González, tan cobarde y mezquino siempre, que acompaña a sus subordinados hasta la puerta de la cárcel y se queda fuera, tenido no obstante como razonable y hasta estadista (¡uf!), fue capaz de burlarse de Alfonso Guerra hace poco y en el mismo acto bajar la testuz bovinamente ante el Doctor.

De Andalucía han desaparecido, a lo largo de los años, 680 millones. Bien es cierto que pueden terminar siendo bastantes más.

Pero es que de un s0lo ministerio podemita, en mucho menos tiempo, ha desaparecido muchos más. No quiero decir que se lo han llevado sino que se han derrochado sin ton ni son.

Pero peores son las leyes demenciales que se sacan de la manga estas gentes, que tanto daño hacen. Estas personas son ridículas, nocivas, analfabetas y malintencionadas.

Y el Doctor, que tampoco tiene ni idea de nada, y los asesores que tiene tampoco le informan y quizá sea que ese no es su cometido, sino otro, no fue capaz de darse cuenta, ni de prever (él diría preveyer) que de las cabezas de los podemitas no pueden salir más que disparates.



Esos libros míos




No hay comentarios: