Una cosa es lo que dice Tezanos a los contribuyentes de los que cobra su salario, y otra distinta la que ofrece a quienes le han otorgado su empleo. Eso es evidente porque ninguna de sus profecías se cumple, sólo acertó una vez, haciendo bueno aquello de que sopló el burro y sonó la flauta.
Ahora nos dicen que el efecto Feijóo se ha frenado y vuelve a ser ganadora la opción Frankenstein. Pero en los estudios que hacen de puertas para dentro los datos que manejan deben de ser diferentes, puesto que toda la izquierda oficial se ha puesto a atacar con saña a Feijóo, a Ayuso, a Miguel Ángel Rodríguez…, sin disimular la mala intención que los motiva, tratando de desestabilizarlos, de ponerlos nerviosos…
No debería Feijóo entrar en el juego. El PSOE no puede ceder, porque si accediera a que los jueces sean independientes todo su entramado se vendría abajo. Para ellos es crucial tener a los jueces bajo control, del mismo modo que tienen a muchos médicos y enfermeros, que utilizan ahora contra Ayuso, como los pueden utilizar contra cualquier otro si les conviene. Lo que intenta el PSOE es hacer creer que la culpa es del PP, y aquí es en donde tendría que plantear la batalla Feijóo, haciendo ver que la independencia judicial es innegociable, pidiendo perdón si hace falta por no haberla procurado su partido en los tiempos de Aznar y Rajoy.
Hasta hace relativamente poco tiempo podía pensarse que el PSOE y Podemos eran partidos muy diferentes, pero ya no cabe ninguna duda de que son iguales. Y eso es apostar por la desaparición, que se dará más pronto o más tarde, pero se dará. Y en este barco que se hunde está, por propia voluntad, Felipe González, y hasta los más ciegos o reacios a darse cuenta tendrán que reconocer que es un tipo de baja estofa.
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